miércoles, 23 de noviembre de 2011

EN LOS TIEMPOS DEL TOJO


Foto cortesia de Luis Rubido


Agua!... Agua!... Agua!
Piden unas manos fundidas en la piedra!


Un gris de ceniza recubre tu cuerpo
y la ausencia de agua te aprieta.
Tu cuerpo se cierra y se condensa
en fibras de vida, en humedad de ausencia.
Un norte te azota, y un sol que te quema,
tus verdes de otrora son grises de niebla.
Tus lados de piedra, hablarte quisieran
pero son palabras de luz prisionera.
que hablan de amores, con surcos y señas
de arrugas del tiempo, marcadas con tierra.
Tu hablas con luces, y en tu mirar, tristezas,
con espinas que muerden, a quien ose tenerlas.
Tus amarillas flores de tu otoño en  primavera
ya fueron olvidadas, otra estación esperan.
Serán fuego  tus raíces y tu ramas, madrigueras.
Tojos de mis amores, agua de nubes te diera
y que tus ramas rebroten…
y que tus grises se pierdan...

Así como el tojo es el corazón...
Se aprieta y se vuelve fuerte
…con la sed... la adversidad... y la ausencia!


jueves, 17 de noviembre de 2011

SOBRE ARENA (Poema)


  Me detuve un momento a contemplarte,
antes de entregar mi conciencia al tiempo de lo oscuro!...
y es que quiero llevarte conmigo al lugar de mis descansos.

Aprecio tus pies descalzos sintiendo el calor de la tierra,
despreciando los vanos intentos de trepar por tus pies
de las húmedas arenas golosas...
felices de destacar en la blancura de tu piel.

Se que hay calma en el ambiente
y es que tu cabellera habla por ti,
enseña su sonrisa en reflejos de luz,
justo en la cima de un espacio
donde un sol deja nacer sus sombras.

Y tus ojos!...
ocultos a miradas extrañas,
se sienten dueños de un mundo
que sólo está a tu alcance.

Todo tu cuerpo está al servicio de ese mirar.
Algo muy poderoso hizo de tu cuerpo un mármol!...
y asi se quedó!... Mirando lejanías!

Y así te llevo conmigo.
Mirando cercanías!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LLOVIZNA...




















 Vi el naranja opaco aumentado su brillo en el horizonte 
y di las gracias por este nuevo día!...  Mientras tanto te pienso.
Pude imaginar una nube disfrazarse de tu cabellera en volandas mientras el sol, aún en parto, me trae ese color de tus ojos...

Escucho el canto desesperado de mi semillerito al sentirse solitario, 
reclama compañía y salgo a buscarlo para ofrecerle mi gratitud. 
Lo veo entre las ramas de la trinitaria  y con cada canto estridente de su soledad, 
caen las gotas de lluvia a su alrededor, sin tocarlo... 
y es que está hecho a prueba de lágrimas. 

Su nerviosismo aumenta a medida que me acerco, 
siento sus ganas de irse y me detengo. Detiene su cantar!  
Pienso que tal vez yo no soy la compañía que él reclama 
y efectivamente, se aleja...

Vuelvo a mirar las nubes y esta vez no está tu cabellera... 
a cambio,  una suave brisa me acaricia 
y finalmente comprendo que es un beso tuyo!...  
Te lo devuelvo, y mi alma queda en reposo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

CC (Poema)












Matiz de porcelana, boca hambrienta
de mástiles erguidos a los mares
preñados de luz,   jugos lunares,
con reflejos de rosas y magentas .

Son tus bordes...
las orillas del cauce milenario
del rio del placer corriente adentro.
Es la flor temblorosa que en su centro
regala su canción al solitario.

Y cantando....
crepita el fuego eterno de tu aurora
estallando en espasmos de cinabrio.
Eres paz para un tiempo planetario,
eres tiempo de costumbres del que llora.

Si una lágrima es de placer... ¡No la seques !
Déjala correr...

AQUELLA ORQUIDEA EN FLOR (Poema)

Aquella orquídea en flor
y un suspiro
trae tu aroma de amor
y te bendigo.

Azafranado color
de su respiro
apacigua mi dolor
no estar contigo.

Aquel rayito de sol
como un delito
dibuja en suelo marrón
tu cuerpo tibio.

El solitario balcón
que aún visito
baila tu sombra al son
en gris granito.

Y si muere tu razón
por el olvido
quedará mi corazón
como un mendigo.


EL AIRE QUE TE ACOMPAÑO POR SIEMPRE (Poema)

Cuando la vida se mide en suspiros y no en segundos;

… se ama el aire que te acompañó por siempre.

Cuando aquella palabra que rozó tu oído en un susurro,

se convirtió en una flor en tu memoria;

… se ama el aire que te acompañó por siempre.

Cuando aquel aroma de paja seca amarillenta,

se grabó en tu piel como un tatuaje de certezas

... se ama el aire que te acompañó por siempre.

Y ese aire acelerado en brisas,

convirtiéndose a veces en tormentas,

termina siempre descansando,

al borde del regazo de un matojo;

suspirando por moverse... bajo tierra.