miércoles, 9 de septiembre de 2015

No quiero preguntarlo



No se donde naciste
en mi corazón peregrino.

Tampoco cuando
nació en tu corazón.
No quiero preguntarlo
porque quiero celebrar
tu cumpleaños
todos los días , cada segundo.


No se como entraste
por la puerta de mi vida.

No se como entré
revoloteando mariposas.
No quiero preguntarlo.
No vaya a ser que escapen
pidiendo libertad.

No se mirarte
sin sentirme bendecido.

No se como tu mirada
me ilumina como el sol.
No quiero preguntarlo.
No lo quiero celoso
negándome a su día.

No se hablarte
sin sentirme tartamudo.

No se como tu voz
le coquetea al viento.
No quiero preguntarlo.
Adoro esos torbellinos 
de voz, niña, mujer.

No se nada de tí
y sin embargo.

No quiero preguntarlo
porque nada en tu pasado
me alejará de tí.


martes, 8 de septiembre de 2015

Solo un poquito













Me dueles,
pero solo un poquito.

Aprendí que el estar
no siempre es presencia
y que el no estar
define la ausencia.

Mientras en mi memoria
juegue la luna a no mostrarse,
llamándose luna nueva,
escondiéndose de mí,
contándome de tí.

Mientras recuerde la ola
que pintó de arcoiris
el reflejo de tu cabello,
en la poza de la mar
de mis querencias.

Mientras aun escuche
el amorío de los chorlos,
mirándonos sin vernos,
entre la lluvia pasajera,
arropados por la noche.

Mientras la piel se me erice
recordando aquella arena
con tus huellas marcadas,
ocultadas por mis pasos,
buscando espirulinas.

Se que la ausencia
solo es ausencia
si se vuelve un olvido.

Cada noche, cada día



Mis amaneceres son un traje
que me hago a la medida,
cada día.
Mis atardeceres son golondrinas,
que como ellas haciendo primaveras,
los mios, hacen sueños,
cada noche.
Mis lunas no crecen ni decrecen,
solo tienen sonrisas diferentes,
todas de azucena y de marfil,
cada noche.
Mi mar no habla por los rugidos
de sus olas, con el coral de la orilla,
solo lo besa para mí
cada día.
Mi arena se burla de la mar y de su viento
saltando gozosa entre mis dedos
en mi caminar ausente de tristezas,
cada noche.
Y aquella barca que sale con la noche,
esfumando su reflejo en lejanía,
traerá sus marinos, si Dios quiere,
cada día.
Así es mi vida ahora sin apremios,
sin corajes, sin censuras, sin derrotas;
sin ausencias de amores,
cada noche,
cada día



















lunes, 7 de septiembre de 2015

Soy compañía


Me creen loco porque sienten
que estoy solo,
cuando en realidad soy compañía.
Cuando la noche atormenta mis ideas
con recuerdos disfrazados de nostalgia,
salgo al frente
a sentarme en la arena,
con ese silencio que solo está en mi memoria.
Suavemente,
y mientras mis pupilas se agrandan
percibo al perfil, el cruzar cansino de Frescura,
el burro que llega a visitarme
buscando su ración de agua que puntual le dejo.
Chico,
el perro que me adoptó,
gruñe sin mucho esfuerzo;
es aun un cachorro.
Miro al cielo y no tardo en percibir
la estrella fugaz que por ser primeriza,
no alcanzo a pedirle un deseo.
Estaré pendiente de la siguiente
a la que pediré un deseo inútil.
Al son del murmullo marino,
compongo una canción de tarareo
a la que se une en melodía
la brisa marina,
y siento que se une a esa canción,
el cantar de un grillo solitario
que callará según sus sospechas
y cantará según sus amores.
Soy compañía.
Me duermo como un niño
soñando con sus juguetes, 
que para mí son pensamientos
que ahora me arrancan sonrisas.
Despertaré oscuro
solo para ver el sonreir de un nuevo día,
y sonreiré con él.
Será mi nuevo juguete del Dia de Reyes;
porque todos mis dias
son Dia de Reyes.
Soy compañía.

Camiño do meu lar


Luna de Cádiz