viernes, 10 de enero de 2014

Momentos de magia


El sendero por donde subía hacia la cumbre se presentaba silencioso. A medida que dejaba la espesura de la selva, podía escuchar en la lejanía cantos reconocibles.
Justo cuando estoy por llegar a un claro en la cima, veo el baile a contraluz de una pareja de azulejos de palmera sobre la rama de un yagrumo. A su lado, y en otra rama cercana, otra pareja de azulejos de jardín hacían lo mismo acompañados de sus melodiosos trinos.
Sigo avanzando y justo cuando estoy muy cerca de un frondoso naranjo, un estrépito de cantos reventaron en sinfonía. Otros azulejos se sumaron a la algarabía. Los chocolateros, sumados a la fiesta, brincaban en los alrededores del naranjo. El melodioso canto de varios cucaracheros comunes, con sus eléctricos movimientos en la espesura de la frondosa copa, contribuían al escándalo. Un ermitaño limpiacasa batía sus alas con fuerza y con ruido como reclamando las flores de azahar de su espacio y en el lado opuesto, el colibrí grande colinegro lo imitaba en sus reclamos. No muy lejos de la copa, una pareja de atrapamoscas se mostraban sus  amarillas crestas y su repetitivo y reconocible canto: ¡Cristofué!. ¡Cristofué!.
Entre todos los pájaros presentes, dos de ellos llamaron mi atención porque jamás los había visto y a ellos dediqué mi atención para fotografiarlos. Uno de esos pájaros es el presente cucarachero pechicastaño de la foto.
En unos dos minutos todo terminó y todas las aves presentes desaparecieron dejando a la selva con su antiguo silencio.
Yo tardé un poco en hacer el símil con ese cumpleañero que entra en su casa silenciosa y solitaria y de repente, de cualquier espacio para ocultarse, sale la multitud de tus amigos gritando al unísono: ¡Feliz Cumpleaños!.
Ese fue uno de mis mejores regalos de este cumpleaños porque seguro y convencido estoy que de alguna manera, mis pequeños amigos alados se pusieron de acuerdo para celebrármelo regalándome ese momento de magia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario