martes, 8 de septiembre de 2015

Cada noche, cada día



Mis amaneceres son un traje
que me hago a la medida,
cada día.
Mis atardeceres son golondrinas,
que como ellas haciendo primaveras,
los mios, hacen sueños,
cada noche.
Mis lunas no crecen ni decrecen,
solo tienen sonrisas diferentes,
todas de azucena y de marfil,
cada noche.
Mi mar no habla por los rugidos
de sus olas, con el coral de la orilla,
solo lo besa para mí
cada día.
Mi arena se burla de la mar y de su viento
saltando gozosa entre mis dedos
en mi caminar ausente de tristezas,
cada noche.
Y aquella barca que sale con la noche,
esfumando su reflejo en lejanía,
traerá sus marinos, si Dios quiere,
cada día.
Así es mi vida ahora sin apremios,
sin corajes, sin censuras, sin derrotas;
sin ausencias de amores,
cada noche,
cada día



















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